En nuestros días, el manejo del paciente con cáncer es multidisciplinario y la indicación de radioterapia generalmente sale de estas consultas multidisciplinarias. El paciente debe atender a una consulta con un médico radioterapeuta oncólogo, quien hará una evaluación completa, realizará o revisará estudios de laboratorios, radiológico o imágenes y patología, e identificará el estadio del tumor.
Posteriormente, el médico hará una prescripción: modalidad de radioterapia, dosis total y tiempo durante el cual se administrará, tamaño de la fracción (cantidad de radiación por aplicación). El paso siguiente es la planificación del tratamiento. En esta fase tiene un papel muy importante el físico médico y los dosimetristas, miembros del equipo de tratamiento.
Actualmente hay sistemas de planificación muy eficaces. La moderna radioterapia se inicia con un estudio de imágenes, generalmente la Tomografía Axial Computarizada (TAC), la cual es una técnica de diagnóstico utilizada en medicina con la posición que va a tener el paciente durante el tratamiento, comúnmente con alguna forma de inmovilización. Con este estudio se elabora un modelo virtual del paciente y el médico delineará el volumen tumoral y los órganos a riesgo. Los objetivos de la planificación son liberar la dosis indicada al tumor en forma homogénea, cerciorándose de que los órganos a riesgo no sobrepasan la dosis tolerable.
Ejecución del tratamiento: aparece otro miembro del equipo, el técnico o técnicos de
radioterapia. Actualmente la administración del tratamiento está también muy automatizada. Lo importante en esta fase es la repetición exactamente igual de la posición del paciente y la orientación de los campos se hace automáticamente con el colimador multihojas, que es el instrumento utilizado.
Efectos colaterales: la radioterapia puede producir efectos generales como náuseas,
debilidad, mareos. La intensidad de los mismos es mayor cuanto mayor es el volumen de irradiación. Los efectos locales, aquellos provocados en el tejido u órganos irradiados, se dividen en tempranos o tardíos. Los tejidos normales en proliferación por renovación como la piel y mucosas reaccionan tempranamente a la radiación, produciendo radiomucositis, radiodermatitis, esofaguitis, enteritis, etc.